El Comité Ejecutivo se reunió esta tarde, tras el brote de casos de coronavirus en distintos clubes, para tomar medidas urgentes frente a la complicada situación.
Luego de un día con datos de contagios alarmantes, el fútbol argentino decidió, por medio de su Comité Ejecutivo y por pedido del Gobierno Nacional, llevar adelante nuevas medidas que permitan detener la propagación del virus que por estas horas azota al país y a los clubes de AFA.
La situación se descontroló en el último mes, con casi 80 casos positivos y brotes en varios clubes de primera división: como Sarmiento de Junín, Gimnasia de La Plata, Banfield e Independiente.
En la tarde del 6 de abril, la AFA se reunió para elaborar una serie de medidas, muy similares a las que regían hasta el 10 de agosto de 2020. Con el objetivo de tratar de controlar una situación cada vez más delicada.
En primer termino, los controles se volverán mucho mas estrictos por parte de AFA, con protocolos más rígidos y la posibilidad de ir al tribunal de disciplina en caso de alguna irregularidad. Incluso los testeos podrían ser sorpresivos.
A su vez, los jugadores deberán presentar testeos negativos 48 horas antes de los partidos, como máximo.
Las concentraciones, como se venían dando, están canceladas para equipos que tengan partido a 80km o menos de su sede. De ahora en más se recomienda que los jugadores descansen en sus casas o en habitaciones individuales.
Los clubes solo podrán contar con 50 «allegados» en los días de partido acompañando al plantel, por lo que debería dejar de verse la cantidad alta de espectadores que asistía a los estadios en los partidos.
Incluso, solo se permitirá un máximo de 10 medios de prensa, y de tres trabajadores por medio en cada encuentro.
Por su parte, el Gobierno Nacional, a pesar de mostrarse especialmente preocupado por las concentraciones y viajes, no estaría barajando la posibilidad de que el fútbol se deje de jugar. Al menos de momento.
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