En el marco de una realidad económica que se avecina más cruda aún, tras los anunciados aumentos impositivos y de determinados productos -en algunos casos, como consecuencia de la guerra Rusia-Ucrania-, se conocieron datos de un relevamiento económico realizado en enero de este año.

Con aumentos permanentes, de hecho ese informe ya se encontraría “atrasado en la realidad” pero, como para tomar dimensión de la necesidad social para la supervivencia, cabe mencionar que la canasta básica total -realizada hace un mes y medio atrás- llegó a 90.623 pesos en Comodoro Rivadavia, mientras que la canasta básica alimentaria se ubicó en 39.604 pesos, cifra convertida en el límite de la indigencia.

El relevamiento efectuado por el economista César Herrera, integrante del Observatorio de Economía de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, muestra los valores necesarios para vivir en el aglomerado Comodoro Rivadavia y Rada Tilly teniendo en cuenta a una familia tipo; dos adultos y dos menores, hombre y mujer de 35 y 31 años, respectivamente, con dos hijos de 8 y 6 años, cubriendo alimentos, vestimenta, educación y esparcimiento.

Cabe acotar que en esa medición no se incluye el costo de alquileres, por lo que de sumarse ese monto adicional para la misma familia, habría que adicionar un “gasto extra” que arranca en el orden de los 40.000 pesos mensuales.

Costo alimentario

En el relevamiento se incluye la Canasta Básica Alimentaria (CBA), es decir el ingreso que necesitaría el mismo grupo familiar solamente para alimentarse todos los días.

El cálculo, que define la línea de indigencia, arroja que el monto que en Comodoro Rivadavia se necesitaba -en enero- era de 39.604,30 pesos, lo que representa casi un 45 por ciento más que hace un año, cuando se requerían 27.365,46 pesos.

El resultado del análisis arroja diferentes valores salariales para cubrir las necesidades mínimas de una familia tipo aunque, se recalca, que el costo de vida patagónico y comodorense en particular tiene valores que superan ampliamente a los índices de ingresos en la mayoría de los rubros laborales aunque el “costo comercial” de los productos, generalmente toma como base a la franja laboral que cobra los mayores sueldos.

Salario Mínimo y Vital

Con los valores que surgen de la medición y una inflación que se sostiene pese a los esfuerzos por contenerla, se recuerda que el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVyM) o sueldo básico en el país, recibió un último porcentual de aumento -acordado en septiembre de 2021- del 3 por ciento, elevando su valor a 33.000 para los trabajadores mensualizados que cumplen jornada completa laboral.

Si se toman esos valores, legalmente se estaría permitiendo que un trabajador, aún prestando servicio, ni siquiera cubra los valores mínimos y se sitúe en el “rubro indigencia” de las encuestas.

Con un panorama que desalienta a quienes cobran los salarios más bajos, ya se han anunciado una serie de variaciones en los costos de carnes, pan, frutas -aún las de estación, sin carozo-, harinas y aceites, además de los impositivos, situación que podría agravarse por la guerra Rusia-Ucrania que, en un mundo fuertemente globalizado, se encuentra más cerca de lo que parece.

El último domingo este diario publicó un artículo en el que se exponían las visiones desde algunas panaderías de la ciudad, las que coincidían sobre la existencia de importantes incrementos del costo de la harina, lo que de manera inevitable haría que los precios se trasladen a los productos elaborados, principalmente del pan.

About Author

Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial
Verificado por MonsterInsights