Deben ser cosas del ‘Zeitwende‘, del «tiempo de cambio» que el canciller Olaf Scholz presentó a los alemanes a escasos días de haber lanzado Rusia su brutal invasión contra Ucrania. Pero lo cierto es que los cambios en las políticas de seguridad, defensa, asuntos exteriores y energía del Zeitwende alemán también afectan a los más jóvenes.

De lo contrario, niños y jóvenes adultos no estarían en el foco de los últimos temas de debate que acaparan el debate público germano. Por un lado, la ministra de educación del canciller Olaf Scholz, la política liberal Bettine Stark-Watzinger, copaba titulares y atención mediática estos días con su idea de «aprender del Reino Unido» cuando los niños británico hacen ejercicios en las escuelas para prepararse ante catástrofes como la guerra.

«La protección civil es enormemente importante, y también tiene su sitio en las escuelas. El objetivo debe ser fortalecer nuestra capacidad de resistencia«, decía Stark-Watzinger en unas declaraciones a los diarios regionales del grupo de comunicación Funke Mediengruppe. A su entender, ese fortalecimiento implicaba normalizar la relación entre escolares y militares. «Creo que es importante que oficiales jóvenes vayan a la escuela e informen sobre lo que hace el Ejército por nuestra seguridad», según la ministra.

Por otro lado, en el Servicio Federal de Inteligencia (BND), los servicios de inteligencia que trabajan para el canciller alemán, están publicitándose ahora para realizar unas 450 contrataciones en las que parece priorizarse la mano de obra joven. El presidente del BND, Bruno Kahl, reconocía hace unos días en declaraciones al diario Rheinische Post que la última campaña de reclutamiento tiene tiene como público objetivo a los chicos de entre 15 y 30 años.

Eso puede explicar que hayan tirado de humor en la cartelería de la campaña, en la que se leen mensajes como «Se busca terrorista (hombre/mujer/diverso)» en letras grandes, como si fuera una oferta de empleo. Más abajo se precisa: «busca con nosotros». Carteles como ese cuelgan desde hace apenas unos días en la berlinesa sede central del BND, apodada en su momento «la estrella de la muerte de Merkel». Dicha sede se inauguró en la última legislatura que tuvo a Angela Merkel ocupando la Cancillería Federal.

«Posibilidad de trabajar en el extranjero», «flexibilidad en la jornada laboral» y «una amplia gama de programas de formación y desarrollo» figuran entre las «ventajas» de trabajar para el BND, cuentan en la campaña, cuyo foco también está puesto en quienes quieran hacer «prácticas» o cursar un «programa de estudios en el BND». Medios de comunicación públicos como la televisión ARD no han dudado en presentar los empleos que ofrecen Kahl y compañía como lo más parecido al trabajo de «James Bond« en el marcado laboral germano, aludiendo al ficticio personaje literario y cinematográfico.

La campaña de la BND llega en un momento muy oportuno. Esta institución del aparato de seguridad alemán ha sido señalada como corresponsable por lo «fácil» que tienen los espías rusos hacer su trabajo en Alemania. En pleno escándalo por las escuchas rusas a militares de alto rango alemanes cuando éstos hablaban de un eventual envío de misiles Taurus a Ucrania, el influyente diario económico Handelsblatt pedía urgentemente en una de sus portadas un ‘Zeitwende‘ para la BND.

Del mismo modo que se ha señalado a la BND, la ministra de Educación de Scholz ha estado expuesta estos días a duras críticas por sus ideas sobre acercar el Ejército a la escuelas y de preparar a los escolares ante catástrofes naturales y la guerra. Voces de los principales partido de la oposición en el Bundestag, la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la ultraderechista Alternativa para Alemania AfD), han acusado entre otras cosas, de querer «meter miedo» a los menores en edad escolar.