Semanas después, la Oficina de Presupuesto del Congreso dejó claro en un informe: “Se estima que para el primer año de aplicación de la medida el impacto fiscal sería de 0,27% del PBI, llegando durante el segundo año a 0,42% del PBI”. Es decir, muy alejado de lo expuesto y defendido por Di Tullio en la Cámara alta.

En la Cámara baja, un sector de Juntos por el Cambio presentó un dictamen de minoría para rechazar la moratoria y, en cambio, ofrecer prestaciones en relación con los años de aportes realizados. En el Senado, la macrista Guadalupe Tagliaferri (PRO) sostuvo que “el sistema está a punto de colapsar” y que no se puede “seguir generando parches”. La legisladora porteña también direccionó la lupa a un sistema vigente desde 1993 que dejó muchas preguntas en el camino recorrido, e insistió en que “mucha gente no va a llegar y vamos a tener que hacer una nueva moratoria”. Y agregó: “Estamos mintiendo con este proyecto”.

Un detalle de la ley kirchnerista es que da luz verde a un permiso para que cerca de 850.000 trabajadores en actividad puedan adelantar cuotas y lleguen, al momento de retirarse, sin deudas previsionales. De allí los reclamos y pedidos que hicieron en varias ocasiones la jefa de la ANSeS, Fernanda Raverta, y la presidenta de Diputados, Cecilia Moreau. De hecho, varias sesiones fueron convocadas a fin de 2022 por este tema y cayeron por falta de quorum, con una oposición más unificada que ahora.

En el Senado, el proyecto fue avalado por la peronista anti-K de Córdoba Alejandra Vigo, quien se unió días atrás al espacio “federal” de cuatro legisladores del Frente de Todos que se “separaron” de la bancada cristinista. De allí la posibilidad concreta de que la iniciativa sea sancionada en las próximas horas gracias al aporte que haría el interbloque “federal”, que maneja el diputado Alejandro “Topo” Rodríguez. Dicho espacio exigió, en los últimos días, que el oficialismo siente a todos sus integrantes en el recinto. Una hora antes de la sesión, los referentes de cada bancada tendrán la reunión de Labor Parlamentaria para acomodar los tiempos de los discursos y, entre otras cosas, las cuestiones de privilegio.

La sesión de mañana se da en medio de una fuerte puja entre el kirchnerismo y el macrismo por el juicio político contra la Corte Suprema. A diferencia de Juntos por el Cambio, el interbloque que preside Rodríguez fue mucho más contundente al rechazar el proceso. No obstante, dicha bancada considera que el bloqueo al recinto estaría cerca de su fin.

El kirchnerismo agregó, para la sesión de mañana, el proyecto de digitalización de historias clínicas. Fue impulsado por la titular de la comisión de Salud, la socialista Mónica Fein, quien integra el interbloque federal y aclaró, durante el debate en comisión, que “la información será confidencial y con un registro actualizado”.

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