El poder en la autocracia de Pekín se personaliza hasta el extremo en la figura del omnipresente presidente Xi Jinping, quien se apoya sobre un Politburó formado únicamente por siete veteranos dirigentes del Partido Comunista. Este es el núcleo duro de la segunda potencia mundial. Los que mandan. Pero en sus decisiones influyen mucho los consejos que salen desde el mayor órgano asesor del país, la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, que se reúne una vez al año.
Este órgano está formado por los más brillantes funcionarios de los gobiernos locales. Pero también por los empresarios más ricos, intelectuales, grandes científicos y hasta por varias celebridades nacionales, como actores o deportistas. Destacan la ex estrella de la NBA Yao Ming, el escritor y premio Nobel Mo Yan, o intérpretes como Jackie Chan y Donnie Yen.
El grupo de asesores políticos es bastante variopinto. Incluso en la foto anual aparece uno de los históricos grandes capos de las mafias chinas, ahora un importante hombre de negocios con mucha mano sobre todo en los casinos de Macao.
Wan Kuok-koi, conocido por su apodo Diente Roto, pasó 14 años entre rejas por asesinato, atentado con coche bomba, contrabando de armas, lavado de dinero, trata de personas, extorsión, soborno y liderazgo de una organización criminal.
Dirigía en Macao una facción de la triada 14K, calificada por el Gobierno de Estados Unidos como un «conglomerado criminal global», una de las mayores mafias chinas, con tentáculos por todo el mundo.
Wan (68 años) salió de la cárcel en 2012 y retomó sus contactos del inframundo para continuar moviendo los hilos del juego en la ex colonia portuguesa. En cambio, en la esfera pública, logró persuadir a políticos y medios locales presentándose como un respetable empresario.
Se abrió camino como uno de los visionarios pioneros asiáticos en invertir en criptomonedas, fundó un fondo de inversiones con sede en Malasia y una asociación de cooperación internacional que ayuda al Gobierno chino en sus iniciativas bajo el proyecto de la nueva Ruta de la Seda.
Pero varias investigaciones periodísticas realizadas en el Sudeste asiático han desnudado los vínculos actuales del ex gánster con el habitual surtidor de drogas sintéticas de la región, el Triángulo Dorado, término que acuñó hace años la Agencia Central de Inteligencia de EEUU para referirse al área fronteriza entre Tailandia, Laos y Birmania donde las milicias locales se dedican a producir sobre todo metanfetamina y heroína.
Hace cuatro años, en medio del aumento de tensiones entre Pekín y Washington, el Departamento del Tesoro de EEUU colocó a Wan en su lista negra de personas sancionadas por ser un «actor corrupto» y una «amenaza al orden global». Además de enumerar todos los delitos por los que cumplió condena en Macao, el departamento estadounidense recordó en su informe que Wan es uno de los miembros destacables de la Conferencia Consultiva, estirando la leyenda negra sobre las conexiones del Gobierno chino con las triadas.
Como contraste, el principal órgano asesor de China también cuenta con algunos altos funcionarios del Ministerio de Seguridad Pública, a cargo de las fuerzas policiales, el mismo que esta semana ha desvelado que en 2023 se realizaron exitosas operaciones contra las mafias, deteniendo a 27.000 sospechosos y desmantelando 1.900 organizaciones criminales.
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