De un momento para otro, Benjamín Deshon Provo, exguardaespaldas de Kanye West, se vio en la difícil decisión de cortar o no sus rastas, pues o era traicionar sus creencias musulmanas y quedarse trabajando con ‘Ye’ o el despido. Benjamín eligió lo segundo. El exfuncionario cuenta a la revista People que de la noche a la mañana el rapero le ordenó a sus compañeros y a él raparse la cabeza sin razón aparente.
Es un nuevo día y es una nueva polémica de Kanye West. Este artista estadounidense rapero y productor musical, esposo de Kim Kardashian, y famoso por sus roces con Taylor Swift y sus conductas y comentarios controversiales, está, nuevamente, en boca de todos. Y no precisamente por buen samaritano.
En esta ocasión, el extrabajador de Kanye West lo está demandando por racista y le está pidiendo una indemnización por sus malos tratos: “Kanye y los miembros de su equipo directivo sometieron a Provo y otros empleados negros a un trato menos favorable que sus homólogos blancos”, acusan en la demanda.
Kanye West ha sido vetado por importantes marcas por sus comentarios.
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La denuncia fue presentada el 26 de abril en Los Ángeles. Benjamín afirma que Kanye utilizaba un lenguaje violento y humillante con él y otros afroamericanos. En cambio, con el personal blanco nunca levantaba el tono de voz. Y agrega que realizaba más trabajo del que le correspondía por falta de personal.
A Provo le dieron el ultimátum: se cortaba el pelo o era despedido
Kanye West lo despide por no raparse el pelo como lo ordenó: “Bajo la dirección de Kanye, a Provo le dieron el ultimátum: se cortaba el pelo o era despedido”, expresa la demanda.
Trabajar con el cantante, cuenta Benjamín, le provocó “angustia emocional severa”. Por lo que le solicita que lo indemnice por presunta discriminación, un ambiente laboral hostil y por violar códigos laborales.
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