En la tercera semana de agosto, el nuevo ministro de Economía tiene previsto realizar una gira internacional buscando enfrentar una cuestión acuciante: la falta de divisas en el Banco Central – cálculos privados estiman que en su cofre quedan sólo unos 2.000 millones de dólares, equivalentes a diez días de importaciones-.
Aunque ya converso con algunos fondos de inversión que se mostraron interesados en el caso argentino.
Incentivos
Además de buscar fondos en el exterior, el entrante titular del Palacio de Hacienda estudia con su equipo adoptar medidas de incentivos para alentar las exportaciones, según pudo saber Ámbito. Según trascendió, se estudia “caso por caso” el otorgamiento de alientos impositivos para las ventas externas incrementales de distintos sectores.
Sobre fin de mes, Massa viajará a los Estados Unidos con destino a las ciudades de Washington y Nueva York, donde mantendría encuentros con autoridades del Tesoro norteamericano, del Departamento de Estado, del Fondo Monetario Internacional e inversores. Estas reuniones están siendo organizadas por el embajador argentino en EE.UU., Jorge Arguello, y por Juan González, asesor del presidente Joe Biden y amigo personal de Massa.
También tiene previsto ir a París a los efectos de encontrarse con los representantes del Club de París para discutir la renegociación de la deuda que el país mantiene con este grupo. Otra escala será Qatar, con el propósito, se estima, de tomar contacto con fondos soberanos.
Austeridad
A los efectos de brindar credibilidad, tanto a los inversores extranjeros como a los operadores locales, el equipo de Massa contempla llevar adelante medidas de austeridad.
En este sentido, el retornado secretario de Hacienda, Raúl Rigo, ya está trabajando en la elaboración del proyecto de presupuesto para el año próximo sobre la base de medidas de disciplina fiscal definidas por Massa y que se diferencian de las dadas en su momento por el ex ministro Martín Guzmán. “Rigo es una persona que será clave en la gestión” anticipan fuentes del entorno de Massa pues saben que será necesario un estricto control y un gasto eficiente.
Desde esta perspectiva, se contempla la necesidad de encuadrar la política de gasto público dentro de los lineamientos acordados con el Fondo Monetario Internacional. Cabe recordar que se estableció un déficit fiscal para este año del 2,5% y sin embargo, especialistas sostienen que de mantenerse la actual inercia del gasto, el desequilibrio del año podría llegar a ser de $%.
Cabe recordar además que, tal como anticipó Ámbito, hacia mediados de año un documento interno del ministerio de Economía le advirtió al ex ministro Guzmán que no era posible seguir financiando los gastos que estaba reclamando el sector político.
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